Esta es la historia de éxito de un inmigrante salvadoreño que llegó a Estados Unidos con 17 años de edad, donde aprendió el oficio de albañil con el tiempo se convirtió en un constructor y empresario de bienes raíces.Todo iba bien en sus negocios pero las crisis inmobiliaria estadounidense le hizo perder 16.5 millones de dólares, para salir a flote hipotecó sus propiedades en El Salvador y con ese dinero volvió a levantarse.
En la actualidad, tiene dos empresas exitosas e inversiones en Los Angeles; y otras más en El Salvador, donde ejerce como alcalde del Municipio de Metapán, departamento de Santa Ana.
Así narró su vida, el metapaneco Israel Peraza Guerra, durante dos eventos al que fue invitado en Los Angeles para ser homenajeado como “Orgullo Metapaneco” y para que compartiera los secretos de su éxito con la prensa y los ciudadanos residentes en la metrópoli californiana.
Peraza es un hombre con un olfato para los negocios tiene dos empresas estadounidenses: una en la construcción y otra en la recolección de desechos sólidos, además de ser inversor de bienes raíces. Ha invertido en su proyecto turístico de 11 millones de dólares en el municipio de Metapán.
Relata que durante su casi 3 décadas de estancia en Estados Unidos nunca olvidó El Salvador, invirtió por muchos años en el país y apoyó también proyectos de beneficio social en su natal Metapán, Santa Ana e incluso Guatemala en las áreas de medicina, salud, deporte y saneamiento.
Esa labor de invertir y ayudar, hizo que los ciudadanos metapanecos lo tuvieran en su memoria y al verle que propuso su candidatura a la alcaldía votaron por él en las elecciones del año 2021 bajo la bandera del partido PDC, fecha desde la cual funge como el alcalde de la ciudad de Metapán.
Las inversiones que hizo en El Salvador durante sus años de mejor bonanza en territorio estadounidense lo salvaron cuando estuvo al borde de la quiebra en Estados Unidos, hipotecó lo que tenía en El Salvador y con ese dinero logró salir avante con sus compañías estadounidenses, según relató en las dos conferencias que ofreció en territorio angelino, invitado por la organización Fedisal Foundation.
Siempre habla de su fe en Dios, y de cómo él ha sido su apoyo y a quien ha acudido en sus momentos más difíciles.
Al consultar de cómo logra mantenerse pendiente de la alcadía y las empresas dice que es cuestión de disciplina, rodearse de un buen equipo y tener una rutina de trabajo organizada. Peraza relata que incluso firma a mano hasta quinientos documentos de forma habitual porque no se fía de los sellos.
De trato amable y campechano, lo suyo es la sencillez y cordialidad no gusta de formalismos y ceremonias.
Amante de los ranchos y los caballos, Israel Peraza, gusta vestir de pantalones vaqueros y camisas casuales, lejos de lo que impone la sociedad a los funcionarios públicos y grandes empresarios: el uso de ropa formal como sacos sastres y corbatas.