El Salvador posee lugares impresionantes, muchos de ellos poco explorados por la falta de
promoción, porque las vías de acceso siguen siendo caminos vecinales o porque la infraestructura
turística aún no le apuesta a la conquista de los visitantes.
Uno de esos lugares cautivantes pero poco explorados es el salto Malacatiupán, una caudalosa
caída de aguas termales, blancas, estruendosas y rodeadas de vegetación, que se ubica a cinco
kilómetros de Atiquizaya, Ahuachapán, El Salvador.
Se trata de cuatro cascadas de diferente tamaño que se forman en el caudal del río Agua Caliente,
denominado de esa manera por la temperatura de sus aguas, que de acuerdo a estimaciones
realizadas es de 50 grados centígrados.
La cascada más alta mide unos 8 metros aproximadamente, y junto a las otras tres descansa sus
aguas en una profunda y caudalosa poza rodeada de piedras gigantescas y lisas, en donde los
visitantes suelen descansar y contemplar la bella escena que allí se forma.
Los más osados suelen saltar desde los enormes peñascos al compás de las cascadas, para
sumergirse en la poza de aguas termales y disfrutar así de los poderes medicinales y refrescantes
que se le atribuyen. Aunque es mejor si esto se hace en horarios matutinos, pues el calor del
medio día aumenta la temperatura del agua.
Ambiente natural
Si los visitantes no gustan de los baños en aguas termales, el salto Malacatiupán es una buena
alternativa para contemplar la naturaleza, como la exuberante vegetación que rodea el afluente y
las aves que juguetean entre los árboles. También se puede disfrutar de la fuerza del agua que
salpica el rostro mientras se contempla el paisaje.
Conocido en Náhuatl como “Templo redondo”, el salto Malacatiupán también conquista a los
turistas con sus historias, contadas por las personas que viven en loss alrededores. Por ejemplo, se
dice que detrás de la cascada más grande se encuentra una profunda cueva que conduce hacia un
lugar del país vecino, Guatemala.
También se dice que Sofía Vergara y Fernando Fiore visitaron las cascadas en 1998, como parte del
recorrido que hicieron por El Salvador, y que fue transmitido en el programa Fuera de Serie del
que ambos eran conductores en esa época.
Lo cierto es que el salto Malacatiupán es uno de esos parajes naturales y silvestres, donde la
inversión turística se ha resistido en llegar, pero que con sus bondades naturales es capaz de
conquistar a cualquiera que ande en busca de conocer lugares poco explorados en El Salvador.
Cómo llegar
Para llegar al salto Malacatiupán desde la capital, San Salvador, puedes tomar la carretera CA-1
que conduce a Ahuachapán. En el kilómetro 87 encontrarás la ciudad de Atiquizaya, desde donde
deberás recorrer 5 kilómetros por un camino vecinal que, aunque no está pavimentado, permite
transitar en cualquier tipo de vehículo.